La Cofradía del Silencio ha encontrado acogida en la Parroquia de San Pedro y San Pablo para devolver al culto público la réplica del crucificado de Mora debida a Antonio Barbero que saca habitualmente en procesión y que tras la amenza de ruina en la Iglesia de San Nicolás se trasladó a la clausura del Convento de las Tomasas. Será en la capilla de San Antonio donde se ubique esta talla una vez concluida la Semana Santa, dado que este año con motivo de la Passio, la que se sacará en estación de penitencia será la obra original.