Fue un día solemne, como corresponde a una jornada de luto en conmemoración de la muerte de Cristo. En el Campo del Príncipe se congregó más gente que en los últimos años para presenciar el acto que en recuerdo de lo sucedido en la Hora Nona se celebra allí desde 1924. Antes de las tres de la tarde miembros del grupo joven de los Favores y de la Parroquia de San Cecilio, rezaron el Santo Vía Crucis. Después el Arzobispo Monseñor Martínez dirigió unas palabras a los fieles allí congregados y a la hora en punto el cornetín de Ruperto Alemán, miembro de la Agrupación del Dulce Nombre que debutaba este año sustituyendo al entrañable José Luis Maldonado, hacía sonar su instrumento y tañían en forma de duelo las campanas de San Cecilio. Tras un minuto de silencio sólo interrumpido por las mencionadas campanas, Monseñor rezó la oración de la cinco yagas. La Cofradía de la Cañilla que cumpliendo la tradición, había acudido a los pies del monumento al Cristo de los Favores con su imagen mariana, abandonaba entonces el lugar para retornar al templo de Santo Domingo y también marchaba a su Iglesia la comitiva de la Hermandad de los Favores que igualmente había estado presente durante todo el acto en compañía del Alcade, José Torres.
La primera corporación en salir durante la tarde fue la de los Ferroviarios. Llevó un extenso cortejo en el que destacó su gran número de mantillas. Después lo hizo los Favores. Esta Cofradía pidió cinco minutos antes de lo previsto para entrar en la Carrera Oficial y salieron de la Plaza del Carmen con casi un cuarto de hora de retraso. No se excusó ninguna circunstancia para este incumplimiento del horario. Conforme la comitiva fue acercándose a la Catedral, pudo recuperar el tiempo perdido. Resultó elegante la nueva indumentaria de sus penitentes y como en el caso anterior, el cortejo era de dimensiones considerables, con numerosos hermanos en filas. Las procesiones que venían detrás sufrieron este retraso. Los Escolapios presentaba a la Virgen del Mayor Dolor sosteniendo un sudario en sus manos. El Santo Entierro mantuvo un extraordinario protocolo y la Soledad de San Jerónimo, con sólo dos de sus cuatro chías, puso la nota de rancio abolengo en la noche granadina. Estas dos corporaciones son las protagonistas de nuestras ilustraciones gráficas, con la Urna en la calle Cárcel Bajo, las dos chías mencionadas encabezando la procesión jerónima y la Soledad ya en el interior de su Iglesia al término de la estación de penitencia. Este año no pudo figurar en su cortejo, debido a las causas ya expuestas, el reo que iba a protagonizar el indulto promovido por esta Hermandad. No obstante sobre un cojín morado escoltado por dos mazas iba el pergamino recogiendo el indulto y el año que viene se volverá a intentar esta acción caritativa. Por fin el programa oficial de la Federación reconoce la antigüedad de esta veterana asociación de fieles creada en 1561.