En la mañana de ayer domingo se celebraba solemne función en honor de los titulares de la Cofradía de la Borriquilla en el interior de la Iglesia de Santiago de la calle Marqués de Falces. Trás esta celebración eucarística, se procedió a la organización del cortejo de hermanos que acompañaría a los titulares de esta cofradía en su traslado hasta el Santuario del Perpetuo Socorro, siendo un corjeto ordenado, con multitud de niños y con casi 80 cirios en fila.
El Señor de la Borriquilla se presentaba con túnica blanca y mantolín granate, llamando especialmente la atención a todos los cofrades ver al Señor de pie, en vez de sentado como estamos acostumbrados a verlo. A las órdenes de Alberto Ortega, las andas eran portadas por los costaleros del paso de palio, mientras que las andas de la Virgen de la Paz eran portadas por los costaleros del paso de misterio.
Nuestra Señora de la Paz vestía de hebrea para este traslado, con manto azul, saya burdeos y corona de espinas entre sus manos.
Alrededor de las dos y media de la tarde llegaban las sagradas imágenes al templo redentorista donde fueron recibidas alegremente por esta orden y por sus hermanos, quedando colocadas en el altar mayor para que en breves días sean trasladadas a sus respectivos pasos, los cuales ya se encontraban en el interior de esta Iglesia.
En la mañana de ayer domingo se celebraba solemne función en honor de los titulares de la Cofradía de la Borriquilla en el interior de la Iglesia de Santiago de la calle Marqués de Falces. Trás esta celebración eucarística, se procedió a la organización del cortejo de hermanos que acompañaría a los titulares de esta cofradía en su traslado hasta el Santuario del Perpetuo Socorro, siendo un corjeto ordenado, con multitud de niños y con casi 80 cirios en fila.
El Señor de la Borriquilla se presentaba con túnica blanca y mantolín granate, llamando especialmente la atención a todos los cofrades ver al Señor de pie, en vez de sentado como estamos acostumbrados a verlo. A las órdenes de Alberto Ortega, las andas eran portadas por los costaleros del paso de palio, mientras que las andas de la Virgen de la Paz eran portadas por los costaleros del paso de misterio.
Nuestra Señora de la Paz vestía de hebrea para este traslado, con manto azul, saya burdeos y corona de espinas entre sus manos.
Alrededor de las dos y media de la tarde llegaban las sagradas imágenes al templo redentorista donde fueron recibidas alegremente por esta orden y por sus hermanos, quedando colocadas en el altar mayor para que en breves días sean trasladadas a sus respectivos pasos, los cuales ya se encontraban en el interior de esta Iglesia.