Otra vez la lluvia. Parece en los últimos tiempos empeñada en no faltar a ninguna Semana Santa. Cuando la Cofradía del Trabajo se encontraba en la Avenida de Dílar, ya dio su primer aviso. Caía levemente. El Señor se cubrió con un plástico, momento que recogemos en la fotografía, y decidieron seguir hacia la Carrera Oficial. Al poco desapareció momentáneamente, pero poco después de las ocho de la tarde y durante poco más de un cuarto de hora, de nuevo apareció este fenómeno meteorológico. Estaba terminando de pasar por la Plaza del Carmen esta corporación zaidiniera que se dirigió rápidamente a la Catedral. Allí determinaron dar por suspendida la estación de penitencia y que el Martes Santo, tenga lugar el traslado de sus pasos a la Parroquia del Corpus Christi, a partir de las ocho menos cuarto. Los Dolores que iba justo detrás aceleró su paso hasta el templo metropolitano. Luego continuaron su estación de penitencia a pesar de que la previsión era incierta y consiguieron culminar su estación de penitencia en medio de la belleza de la Carrera del Darro y el gentío que se situó en este trayecto final. Publicamos una fotografía desde el interior del templo, cuando superado en cancel para lo que hubieron de echar, como todos los años, rodilla a tierra sus costaleros, se interpretó por dos ocasiones la marcha Encarnación Coronada de Abel Moreno, mientras se colocaba en el lugar dispuesto para desmotar su paso a la dolorosa de López Azaustre.
Al Rescate la lluvia le sorprendió en San Miguel Alta y haciendo el "calcetín" se volvió a su sede, la Parroquia de la Magdalena. San Agustín optó por suspender la procesión. Lo cierto es que luego no volvió a llover hasta la una y media de la madrugada, pero cada cual asume los riesgos según su parecer.
Tal vez el momento más emotivo de la jornada lo protagonizaron una vez más los Morente. Esta vez toda la saga, haciendo coro e interpretando la versión de Enrique sobre la marcha Amarguras, entremezclada con saetas y juegos de voces prodigiosas. Detalle también sobresaliente en la música de esta Cofradia fue la interpretación en diferentes momentos de su recorrido, entre ellos la Plaza del Carmen, de la marcha Virgen de las Angustias de Luis Megías, lo que contribuye a acrecentar la personalidad de esta procesión.
Este fue el Lunes Santo de 2010. La lluvia se convirtió en protagonista y ahogó algunas, no todas, las emociones, de la misma manera que desató otras como las que se vivieron en el interior de las templos de la Magdalena y el Santo Ángel Custodio, donde los fieles pudieron venerar los pasos de las cofradías residentes en estos espacios de culto.