sábado, 27 de marzo de 2010

VÍA CRUCIS DEL RESCATE

Uno de los actos piadosos más arraigados en nuestras tradiciones es el rezo del Vía Crucis, singular meditación sobre la Pasión y Muerte de Cristo que naciera en los primeros siglos del cristianismo allá por tierra santa.
La tradición y el fervor fijaron las catorce estaciones que hoy conocemos, aunque fue Juan Pablo II quien reescribiera el Vía Crucis con referencias literales al Evangelio, puesto que el tradicional contenía escenas sólo contempladas en los Evangelios Apócrifos (la escena de la Verónica, las tres caídas de Cristo...). 
De esta forma, siguiendo el rezo del Vía Crucis establecido por Juan Pablo II, anoche tuvo lugar por las recoletas calles del barrio de la Magdalena, la manifestación de la devoción y el fervor a la imagen de Nuestro Padre Jesús del Rescate, con la oración de la "Vía Dolorosa".
Unas 60 parejas de hermanos de vela, ataviados de oscuro, recorrieron las calles de la feligresía, llegando hasta la Casa de Jaén en Granada, sede social de la Cofradía de Nuestra Señora y Madre la Santísima Virgen de la Cabeza, donde una nutrida representación de esta hermandad de gloria realizó, como es tradición, una de las estaciones. Siguió el cortejo hasta las Siervas del Evangelio, camareras de la imagen. Cerca de 200 personas seguían al Cristo del Rescate, bellísimamente exhornado con rosas púrpuras, yedra y laurel real bajo una elegante túnica en terciopelo morado y luciendo en el pecho, sobre las manos atadas el escapulario trinitario que realizara para la imagen Navas Parejo.
Dirigido el rezo por Mariano Molero, acompañaron también a la comitiva el Párroco de Santa María Magdalena, Don Francisco Montero, y el Padre Fray Antonio Torres, trinitario de la Casa de la Trinidad en Granada, a los sones de la Capilla Musical "Mayor Dolor", que destacó por su cuidada y exquisita calidad, su buen hacer y su profesionalidad.
Éste era uno de los actos del Viernes de Dolores, último de la Cuaresma, y que deja ya Granada impregnada de incienso, cera y devoción.