miércoles, 24 de marzo de 2010

DIARIO PARA UNA CUARESMA-MIÉRCOLES DE PASIÓN- 24 DE MARZO

Entre los ejercicios piadosos más populares de todos los tiempos, se encuentran los Viacrucis y el Santo Rosario. Son antiguas formas de religiosidad que hunden sus raíces en el medioevo y subsisten hasta nuestros días. Durante siglos, aquí en Granada, como en otros lugares de tradición cofrade, existieron hermandades y cofradías cuyo fin era el ejercicio en público de ambas oraciones, por itinerarios que se marcaban de forma fehaciente. En el paisaje de Granada eran habituales los caminos de Viacrucis que se erigieron en nuestra capital, instalando cruces o capillas en el lugar donde se solía rezar cada una de las estaciones. De ello todavía quedan algunos testimonios. Los más populares era el que desde la Carrera del Darro llegaba hasta el Sacromonte y el que partiendo de las inmediaciones del puente sobre el Genil, culminaba en Los Rebites. Ambas formas de oración, Viacrucis y Santo Rosario, siguen estando vigentes en nuestro tiempo y son de gran beneficio para quienes las practican. Desaparecidas aquellas antiguas cofradías dedicas al Viacrucis o al Rosario, se continúa practicando de manera colectiva el primero de estos ejercicios. Prácticamente todas las cofradías e incluso la propia Federación, organizan diferentes Viacrucis, en los cuales prima el recogimiento, el decoro, la participación y la expresión pública. Sin embargo menos suerte ha corrido el rezo del Santo Rosario. A pesar de las insistentes recomendaciones de los últimos papas en torno a las bondades de esta oración, sin embargo su práctica ha disminuido notablemente. Las cofradías están llamadas a fomentar su rezo. Podrían hacerlo con esa puesta en escena de tanto atractivo a la que rodean sus actos, para así fomentar su rezo. Especialmente están llamadas a ello las que tiene esta advocación mariana: la Archicofradía del Rosario y la de Penitencia del mismo nombre, la cual nació en su tiempo como una filial de la primera. Vacuo quedaría el título del Rosario, en el caso de que no se fomentara la práctica de su oración. Pero insisto, son todas las cofradías, las que de la misma manera que promueven, con acierto y éxito el rezo del Viacrucis, harían grande contribución a la mejora de nuestra fe, fomentando el rezo del Santo Rosario.