
Eran las cuatro de la tarde cuando las puertas de la basílica se habrían para dar paso al cortejo, formado por numerosos fieles, representaciones de distintas hermandades de gloria y penitencia, camareras, hermanos de San Juan de Dios y la propia hermandad, así como representaciones institucionales del Excelentísimo Ayuntamiento de Granada y del Cuerpo de Bomberos. El trabajo de costaleros y capataz llevó a la imagen del patrón de los enfermos al mismo dintel de la basílica, donde en un silencio provocado por la emoción del momento y la inestabilidad en lo climatológico, los costaleros sacaron de rodillas a San Juan de Dios para que se paseara por Granada a los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado. 
Como es habitual la primera parada del Santo se hacía en la puerta del Hospital de San Rafael, donde un paciente tomó el martillo para llamar a unos costaleros que levantaron a su patrón, pero en esta ocasión debido a la lluvia que desde el momento de la salida de forma débil se hacía presente en esta tarde de domingo, y con mayor fuerza tras el momento emotivo del hospital, se tomaba la decisión de volver dentro del templo. 

Allí, Fray Juan José Hernández agradecía a todos los asistentes y fieles, señalaba “que San Juan de Dios ha salido a la calle, ha visitado a los enfermos y ha vuelto a su casa”, y recordaba por último que mañana día 8, festividad de San Juan de Dios, la basílica estará abierta durante toda la jornada al igual que el camarín.
Finalmente daba comienzo la novena en su último día al copatrón granadino, donde la masa de fieles que abarrotaba el templo, rezaban y daban sus plegarias al santo con la exposición del Santísimo Sacramento.