En la tarde noche de ayer, coincidiendo con la celebración del segundo domingo de cuaresma, tuvo lugar el tradicional traslado en solemne via crucis de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas desde el Convento de Santa Isabel La Real en el Albaicín hasta la Iglesia de Santo Domingo del barrio del Realejo, de donde partirá en su paso procesional el próximo Miércoles Santo.
El acto empezó con una solemne eucaristía en el interior del convento albaicinero presidida por el Señor de las Tres Caídas y acompañado por toda la Hermandad del Rosario que esperaba ansiosa su salida y vuelta a las calles de Granada. Al término de la misma, se formó el cortejo compuesto por cruz de guía y faroles, veintiocho parejas de hermanos portando cirio y la presidencia con el guión corporativo. Tras ellos, el cuerpo litúrgico con ciriales e incensarios antecedían las andas que portaban los costaleros del paso de misterio con esta imagen anónima de la segunda mitad del siglo XVII.
El Señor de las Tres Caídas lucía túnica granate y la corona de espinas y el nimbo en plata de ley. El exorno floral de las andas estaba compuesto por rosas e iris morado en los frisos y en jarras, siendo iluminado por cuatro tulipas en sus esquinas.
Al llegar el cortejo a la altura de la sede del Madoc en la calle San Matías, la lluvia empezó a hacer acto de presencia en nuestras calles, lo que obligó a que el Señor se refugiara en dicha sede durante unos minutos. Como la lluvia no cesó, se le puso a la talla una capa impermeable para que pudiera ser trasladado rapidamente hasta la Iglesia de Santo Domingo, donde culminó el solemne Via Crucis en el altar mayor de esta Parroquia de Santa Escolástica.
El acto empezó con una solemne eucaristía en el interior del convento albaicinero presidida por el Señor de las Tres Caídas y acompañado por toda la Hermandad del Rosario que esperaba ansiosa su salida y vuelta a las calles de Granada. Al término de la misma, se formó el cortejo compuesto por cruz de guía y faroles, veintiocho parejas de hermanos portando cirio y la presidencia con el guión corporativo. Tras ellos, el cuerpo litúrgico con ciriales e incensarios antecedían las andas que portaban los costaleros del paso de misterio con esta imagen anónima de la segunda mitad del siglo XVII.
El Señor de las Tres Caídas lucía túnica granate y la corona de espinas y el nimbo en plata de ley. El exorno floral de las andas estaba compuesto por rosas e iris morado en los frisos y en jarras, siendo iluminado por cuatro tulipas en sus esquinas.
Al llegar el cortejo a la altura de la sede del Madoc en la calle San Matías, la lluvia empezó a hacer acto de presencia en nuestras calles, lo que obligó a que el Señor se refugiara en dicha sede durante unos minutos. Como la lluvia no cesó, se le puso a la talla una capa impermeable para que pudiera ser trasladado rapidamente hasta la Iglesia de Santo Domingo, donde culminó el solemne Via Crucis en el altar mayor de esta Parroquia de Santa Escolástica.