En la tarde del domingo 20 de junio, tras la misa dominical en la jornada vespertina en la Basílica del Gran Poder de Sevilla, sobre las nueve de la noche, un individuo que hacía cola de fieles para besar el talón de la imagen del Señor del Gran Poder, se presentaba ante esta y sin ningún pudor ni respeto sobre una imagen de Nuestro Señor Jesucristo, se alzó ante ella y de manera violenta le arrancó el brazo derecho y rasgó sus vestiduras. Los propios asistentes a la misa se abalanzaron sobre el individuo y lo retuvieron hasta que la Policía llegó para detenerlo. Lo redujeron dos policías de paisano que, casualmente, se encontraban en el interior del templo, según explicaron distintos testigos.Actos como el llevado a cabo en la tarde del domingo en Sevilla, solo tienen que dar fuerzas a los cristianos de hoy para vivir con más fuerzas nuestra fe, sin avergonzarnos, y dar testimonio de tal por las calles de nuestras ciudades y pueblos con catequesis visuales tales como nuestros queridos desfiles procesionales, representando la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo Nuestro Señor.
