miércoles, 7 de abril de 2010

LA VIRGEN DEL ESPINO SALDRÁ EN PROCESIÓN EN EL ANIVERSARIO DE SU APARICIÓN EN CHAUCHINA




Este próximo viernes se conmemora el 104 aniversario de la aparición de la Virgen del Espino (Pincho) en Chauchina. Se trata de uno de los fenómenos religiosos más impresionantes de la historia, puesto que en 1906 se produjo una aparición mariana a la vecina de este pueblo, Rosario Granados, quien sanó de forma milagrosa de una enfermedad que le obligaba a desplazarse apoyada en una silla. Además curó de forma iguamente milagrosa, de unas horribles yagas que tenía en una pierna. En el lugar de la aparición se alza en la actualidad un Convento de Clarisas. El nombre de Pincho o Espino, proviene del árbol que existía en el lugar donde se apareció la Virgen.
Cada año se celebra este acontecimiento y son miles los devotos que acuden de toda España para participar en el acontecimiento.El acto central es la procesión con la imagen que representa a María y que fue traída a este pueblo de la Vega por un vecino del Albayzín, José Farrugia. En esta ocasión los actos comenzarán a las siete de la mañana con un Rosario de la Aurora que tendrá lugar en torno al Simpecado de la Cofradía que rinde culto a Nuestra Señora del Espino. La comitiva recorrerá el camino que hizo la Virgen con Rosario Granados. Después se celebra la Misa de Hermandad y a continuación tendrá lugar una Eucaristía cada hora, estando a disposición de los fieles un grupo de sacerdote para impartir el sacramento de la reconciliación.
A las tres de la tarde se cerrarán las puertas de la Ermita donde está entronizada María y a las cinco comenzará la procesión que recorrerá el mismo itinerario que el Rosario matutino. Participará en el cortejo la Banda de Música de la localidad. Durante todo el día, hasta la hora del cierre de la Ermita, los devotos que lo deseen podrán ofrecer sus flores en señal de ofrenda.
Granada tiene en la Virgen del Espino (Pincho), uno de sus principales hitos marianos. La aparición que tuvo lugar en Lunes Santo de 1906, es una muestra de que no estamos sólos en este duro tránsito de la vida terrenal. Es un asunto de gran trascendencia popular, no tan divulgado como las aparciones de Fátima y Lourdes, pero un fenómeno del mismo calado y en idéntico contexto histórico.