Los hermanos del Rosario han querido rendir homenaje con su Cruz de este año a una de las actividades que más prosperidad ofreció a Granada durante siglos: el arte de la seda. Durante el tiempo de los musulmanes se estableció un mercado de tejidos de este carácter que alcanzó fama en toda Europa, Asia y el norte de África. Nacía así la Alcaicería granadina que fue un monopolio que heredaron los Reyes Católicos de la dinastía nazarí. Hasta bien entrado el siglo XIX se mantuvo activo este comercio. En esta instalación han rodeado a la Cruz con la reconstrucción de un puesto de hilos de seda y una pequeña factoría para colorearlos. Los respiraderos y la candelería del paso de palio, y una Inmaculada del estilo de las de Cano, conforman el altar y no faltan otros elementos populares como es el caso de los numerosos mantones de manila que cuelgan de los balcones de la recoleta Plaza de la Seda de la Alcaicería donde se erige este monumento efímero. Esta ha sido, como escribimos esta mañana, la Cruz vencedora en la modalidad de calles y plazas, habiendo recibido un premio de 4.000 euros.
