El acto comenzó pasados unos minutos de las doce de mediodía, con la intervención de la Banda Municipal de la ciudad, a cargo, cómo no, de Don Miguel Sánchez Ruzafa, interpretando las composiciones de “Nuestro Padre Jesús”, himno oficial de la Semana Santa y “Santa María de la Alhambra Coronada”, dando paso después de una completa introducción y presentación del pregonero por parte de nuestro Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Don Juan García Montero.
El pregón duró exactamente 94 minutos y fue fraccionado en cinco piezas, en las cuales el pregonero no templó ni por un segundo su oratoria, produciendo en todos los espectadores la sensación de estar asistiendo a la auténtica y real historia de la Pasión de Cristo. Así mismo, Don Antonio creó un símil entre la ciudad de Jerusalén y Granada, comparando de esa manera cada una de las calles por la que discurrió el Señor desde su entrada a lomos de un borrico hasta la muerte y posterior resurrección:
“Cuando el Perpetuo Socorro abre sus puertas a la llamada Alhambreña, se inicia el trayecto a la Puerta Dorada de Jerusalén, la misma Puerta de Elvira traspasada por la comitiva, con cánticos y salmos, pasando por San Andrés, llegando al Darro, como si del Cedrón se tratara, haciendo valle, el de Josafat, con la Alhambra y el Albaycín, y al frente, en el realejo, un huerto de olivos, y también granados, higueras y almendras, algarrobos y palmeras.”
Don Antonio Olivares tuvo también palabras para muchos de sus seres queridos, los cuales la muerte no les permitió presenciar este pregón, pero que seguro estarían escuchándolo desde allá arriba. Recordó a su familia, y en especial a su padre, Antonio Olivares Cano, un cofrade de pro que supo impregnar a su hijo de todo lo que conlleva amar a su hermandad, la de las Angustias de la Alhambra coronada. También dedicó unas bellas palabras a Don Pedro López, hermano de la Aurora, algo que emocionó y despertó el aplauso en todos los asistentes.
Después de narrar de forma completa la pasión, muerte y resurrección de Cristo, a través de los pasos cristíferos que procesionan nuestras hermandades, el pregonero dedicó una letanía a todas y cada una de las imágenes marianas, bajo el título “Stabat Mater”:
“Aurora sobre granada. Cuántos albaicineros, al despuntar la mañana, piensan primero en la Aurora, Madre a la que ofrecer el día. Dejarse guiar por su luz, conducirse y navegar por el mar de la vida, bajo el timón de sus ráfagas, las de su nueva corona. ¡Cuánto te quiere tu barrio! ¡cuánto te quiere Granada!, ¡ y cuánto el que te pregona!”.
El pregón acabó con un original credo en el que Don Antonio no sólo proclamó su amor hacia Cristo y su Madre, sino que sirvió una vez más para dejar claro su pasión por la Semana Santa y por todo cuanto le rodea:
“Creo que Dios está en las Vísperas. En los preparativos. En los prolegómenos. En la tribuna mojada, alivio del agorero. En la ilusión del acólito, en los nervios del monaguillo, en la responsabilidad del patero, en la soledad del muñídor. Dios está en los rezos de traslados, en la plegaria del Triduo, en la Salve en latín, con letras imposibles, reinventadas al oído. Dios está en el retranqueo del Príncipe, deshojando la petalá, ajustando la candelería, cosiendo faldones, limpiando la plata, decapando cera, cortando pabilos. Dios está en la primera levantá y en la penúltima convidá”.
Al término de la intervención de Don Antonio Olivares, la Banda municipal volvió al escenario para interpretar la marcha “La Madrugá”, elegida por el propio pregonero. Así mismo, pudimos asistir al estreno de la marcha que Ángel López Carreño, miembro de la banda municipal, ha compuesto para el gran acto extraordinario del que vamos a poder disfrutar en esta Semana Santa, titulada, como no podía ser de otra forma, “ Passio Granatensis”.
