La lluvia no impidió que miles de granadinos acudiesen hasta el centro de la ciudad para contemplar el rostro de la Virgen de las Angustias, y es que durante algunas horas esta magna celebración corrió el riesgo de no poder celebrarse debido a las condiciones meteorológicas. Finalmente a las seis y media en punto, como manda la tradición, Nuestra Patrona, entre el ruido del gentío que se agolpaba, y el estruendo de los cohetes, salió acompañada por miles de devotos que no quisieron dejarla sola por las calles de la ciudad. Hay que destacar que un año más la comitiva estuvo formada por la Corporación Municipal al completo, miembros de distintas Instituciones como el Madoc, Policía Local...La imagen volvía a su templo a las once de la noche y ya son muchos los que sueñan con el 26 de septiembre de 2010.
Fotografía: Carmen Bonachelas