lunes, 14 de diciembre de 2009

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE GRANADA, CRUZ DE GUÍA DE LA CUARESMA

José Antonio Lacárcel es ya, de manera oficial, Pregonero de la Semana Santa de Granada 2010. Para ello no necesitaba más que el nombramiento oficial que se le hizo entrega el pasado día 10 al término de la Tertulia que concentraba a diversos pregoneros en el Salón de Actos del Centro Ágora, la cual se viene celebrando desde 2007 bajo el lema "El Pregón Oficial de la Semana Santa de Granada (Cruz de Guía de la Cuaresma)".

Si bien en otras ediciones de la Tertulia se había tratado "el antes" y "el día" del pregón, ésta que nos trae versaba sobre qué sucede con la figura del pregonero una vez que éste ha pronunciado el sentencioso "He dicho" sobre las tablas, con alguna excepción, del Teatro Isabel la Católica.
Los integrantes de la mesa, y por orden de antigüedad, fueron: nuestro director Jorge de la Chica, pregonero de 2003; Antonio Muñoz Molina, pregonero de 2004; José Luis Clements, pregonero de 2006 y moderador de la tertulia; José Manuel Rodríguez Viedma, pregonero de 2008 y el propio José Antonio Lacárcel, que será -y ya lo es- pregonero del próximo año 2010.
Durante aproximadamente una hora, los asistentes conversaron distendidamente sobre su experiencia como pregoneros. Rodríguez Viedma destacaba que el pregón marca un antes y un después en la vida del pregonero y que ya ningún otro pregón, -aunque en igualdad de importancia, responsabilidad y emoción-, es igual. De la Chica destacó que el ser pregonero supone un acontecimiento de capital importancia en su vida, "el segundo hecho más destacable y feliz después del nacimiento de mi hija"; un hecho que conjuga el reconocimiento, el compromiso con la responsabilidad y la consecución de un sueño calculado a larga distancia. Muñoz Molina destacó la relevancia que para la Historia de nuestra ciudad tiene el pregonero, que se convierte en un "ciudadano eminente como figura", al que se le abre la puerta de la vinculación con muchas personas.
Entrados en debate, Lacárcel destacó que al recibir la llamada del presidente de la Real Federación, Gerardo Sabador allí presente, experimentó sensaciones dispares. Ante la primera confusión de voces a través de la línea telefónica, el pregonero recibió de improviso la designación. En su humildad, Lacárcel reconoce haber sentido una emoción indescriptible que se entremezcla con cierta incomprensión, pues él dice "no verse" como pregonero, ya que se considera un cofrade de a pie, vinculado con la Semana Santa que ama desde la cotidianidad de un hermano más. Reconoce que el miedo crece cada día y que no es un poeta, sino sólo un cofrade que recibe el nombramiento con "honor y humildad".
Desde la experiencia, los pregoneros fueron interpelados por Clements sobre si escribirían un pregón diferente ahora y sobre qué frase de su obra desearían que pasara a la posteridad. Rodríguez Viedma reconoció que quizá alterara el orden del pregón, pero no lo cambiaría: "A lo hecho... pecho". Muñoz Molina declaró que su pregón era un hecho ligado a la circustancia que vivía, y que como pieza emanada de su literal enamoramiento por la Semana Santa, sería incapaz de repetirlo. De la Chica declaró que el nombramiento como pregonero le llegó, a su parecer, demasiado pronto y que la vida le ha dado experiencias y madurez como para componer otra pieza diferente. En el capítulo de las frases, se conocieron anécdotas curiosas: Rodríguez Viedma se queda con una frase ausente de su pregón, que versaba sobre la reivindicación de agua de la fuente del Avellano para el pregonero; Jorge de la Chica nos explicaba que su bella lírica sobre las Vírgenes del Albayzín nació tomando algo con su hija en un restaurante de comida rápida, cuando reparó en tres niñas a las que su padre llamó por sus nombres: Aurora, Estrella y Concha y que se quedaría con una frase prestada de un anónimo  de la revista Calle Elvira : "Granada eterna con saetas que son piropos a Cristo muerto"; por su parte, Antonio Muñoz desataba las sonrisas, afirmando que se quedaba con una frase que no recordaba haber pronunciado y que le recordó días después precisamente Jorge de la Chica: "Después del acto de Caridad de esta mañana, confesad y comulgad".
José Antonio Lacárcel declaró que ya han comenzado sus esbozos del pregón, y que será una pieza comprometida con su Fe, con el sentir cofrade granadino, una pieza que quizá no sea "poética o literaria", pero sí un fiel reflejo del motivo que nos mueve: la Pasión y el Amor de Cristo, que intentará transmitir su amor por la Semana Santa de Granada, de la que guarda muchos recuerdos y estampas en la memoria, como sus retransmisiones radiofónicas en la Plaza de las Pasiegas; un pregón que según Lacárcel será "de Granada, por Granada y para Granada".
Los presentes debatieron sobre el trato de los medios a los pregoneros, punto en el que todos coincidieron positivamente, y sobre el llamado "triduo al pregonero" (entrega de las tapas por parte de Cope Granada, concierto homenaje al pregonero de la Municipal de Granada y el acto del pregón con su correspondiente almuerzo -sobre el que se bromeó bajo la óptica de la crisis-.), entrando en conversación algunos asistentes, entre los que se encontraban algunos miembros de la Real Federación, hermanos mayores de algunas corporaciones de Granada y el que será pregonero de las Glorias de María, Armando Ortiz.
En el apartado de consejos, los pregoneros de años pasados advirtieron al actual que cuidara la acústica del escenario, que pidiera los medios necesarios para su comodidad -como un monitor y un micrófono adecuados-, que disfrutara ese momento que ya no regresa, que fuera él mismo en el escenario y, en palabras de Rodríguez Viedma: "Vive... sueña... que de esto, se despierta".
Finalizó el acto con la lectura y entrega del nombramiento oficial como pregonero por parte de Gerardo Sabador, presidente de la Real Federación de Cofradías, quien también entregaba un tradicional presente de la corporación federativa al pregonero, tratándose de un bolígrafo. Entre aplausos y sonrisas, Lacárcel agradecía un acto que nos permitió a los presentes conocer más tanto la figura del pregonero en nuestra Semana Santa como a aquellas personas que lo encarnan a lo largo de la Historia de nuestra ciudad. Además, nos permitió acercarnos un poco más si cabe a José Antonio Lacárcel, murciano de nacimiento, cofrade granadino, profesional admirable y persona cuyo trato merece la pena atesorar. A partir de ahora, los días cuentan inversamente proporcionales a las palabras que compondrán la pieza literaria que el próximo 21 de febrero, primer Domingo de la Cuaresma de 2010, anunciará en el Isabel la Católica, los ecos de tambores y aroma a incienso y flor de la Semana Santa de Granada.